La mayoría de las veces, el exceso anterior hace que olvidarse de todos estos alimentos sea imposible y muy costoso. Por lo que en lugar de castigarnos un mes por lo que hemos hecho en otro, ¿por qué no pensar en enero como un mes para restablecer nuestra relación con la comida? Es decir, cambiar nuestros hábitos y mejorar nuestra salud. Por ello, te vamos a presentar seis trucos que te permitirán cambiar tus hábitos alimenticios.

1. No hagas dieta: haz ajustes

Según Sam Rice, nutricionista y autor de El método de la mediana edad, lo mejor es que crees una estrategia de lo que quieres conseguir y no te centres en otras. Por lo que según Rice, «si se trata de picar algo, puedes decir: No voy a dejar de picar por completo, pero voy a centrarme en tomar sólo dos tentempiés al día cuando sé que mi energía está en su punto más bajo y voy a tomar buenos tentempiés ricos en fibra y tenerlos a mi disposición».

Eso es una forma de ir mejorando poco a poco tus hábitos, no hacer cambios muy bruscos porque los acabarás dejando. Se trata de hacer retoques en lugar de un cambio total, ya que según Rice, «se pueden hacer cambios con relativa facilidad dentro del estilo de vida que se tiene. En lugar de decir que voy a hacer una dieta cetogénica y hacer el mes de enero seco, lo cual es mucho para comprometerse durante todo un mes, puedes decir simplemente «bueno, en realidad voy a centrarme en tomar un buen desayuno y eliminar los aperitivos».

2. Planificar las comidas

Cuando no sabes qué comer, comes cualquier cosa que te llama la atención sin pararte a pensar si es algo saludable. Por lo que si tienes planificado lo que vas a comer a la semana, tendrás tiempo para pensar la mejor opción para ti. Según Ogden, “una de las razones por las que comemos es porque la comida está ahí. Eliminar esos desencadenantes y no meter en casa cosas que no quieres comer te da la oportunidad [de comer bien]. Compra comida sana y eso es todo lo que tienes a tu disposición». De esta forma no te sentirás culpable por comer algo que no deberías porque no tendrás esa opción.

Para que puedas mantener esto piensa en comprar los alimentos saludables que ya consumes diariamente o que te gustan, porque así te costará menos evitar los otros. Puedes buscar recetas para explorar otros sabores o formas de preparación.

3. Haz bien la primera comida del día

Aunque en otras culturas el desayuno es una de las comidas más importantes del día, no ocurre lo mismo en España, que tendemos a desayunar cualquier cosa que encontremos y salir corriendo de casa. Sin embargo, es esencial hacer un desayuno equilibrado, que te aporte la energía y nutrientes que necesitas para afrontar el día. Según Rice, la avena es un desayuno perfecto y nutritivo. «Si empiezas el día con buen pie, el resto del día se verá afectado, mientras que si no empiezas con buen pie, el día puede ir rápidamente cuesta abajo».

4. Elimina las calorías líquidas

Puedes prescindir de cosas pequeñas que no te aportan ningún beneficio y que sí te aportan un sinfín de calorías. Como es el caso de las bebidas azucaradas y el alcohol. No tienes por qué dejarlo de golpe, pero sí ir reduciéndolo poco a poco.  Respecto al alcohol, Rice aconseja tomarse un mes de descanso para que tu hígado respire. De todas maneras hay que ser realistas, puedes empezar poco a poco un mes y el siguiente intentar hacerlo entero. No pasa nada porque falles, el tiempo que lo hayas llevado a cabo te beneficiará también.

5. Escribe un diario de comidas

Anotar lo qué comes y por qué puede ser una forma útil para que te dé tiempo a reaccionar sobre lo que comes antes de ingerirlo. Según la nutricionista Jane Clarke, fundadora de Nourish. «Pregúntate, antes de llevarte algo a la boca, ¿me va a nutrir? ¿Realmente lo quiero? ¿Realmente lo necesito? Es esa pequeña pregunta la que pone una barrera entre comer sin necesidad y comer cuando tu cuerpo realmente necesita el combustible».

«Si le dices a alguien ‘lleva un diario de comidas’, piensa: ‘Oh, Dios, eso me va a hacer sentir culpable; no es así, está ahí para ayudarte a ver los patrones en los que caes y darte la oportunidad de cambiar esos comportamientos.»

6. Cómo dejar el hábito de picar entre horas

Para Clarke, un aspecto sencillo pero eficaz es el de los tentempiés. Si estás comiendo mientras ves la televisión, lo más seguro es que «no te estás concentrando en la comida». «Así que pon un buen plato de fruta fresca, si no la saboreas mucho pero sabes que eres una de esas personas que siempre tiene que picar algo. Entonces deja las palomitas para cuando realmente puedas saborearlas». Es decir, si estás comiendo por comer, por lo menos que sea algo sano.

Estos son seis consejos para cambiar tus hábitos sin necesidad de cambiar todo lo que consumes, simplemente tienes que ponerte un objetivo e intentar llegar a él poco a poco de la forma que más seguro te encuentres.

7. Busca apoyo profesional

A veces, por mucho que queramos, no disponemos de las herramientas adecuadas para alcanzar nuestros objetivos, por muy claros que los tengamos. El estrés del día a día, los malos hábitos adquiridos o la falta de motivación pueden impedir que alcancemos nuestras metas. En ese caso, optar por buscar ayuda y asesoramiento profesional es una buena idea.