Además, por todos es sabido que las horas de sueño que se pierden nunca se recuperan por más que lo intentes. Por ello, como hicimos en el artículo anterior te vamos a enseñar 8 cosas que puedes hacer para recuperar toda tu vitalidad y no continuar en el círculo vicioso del cansancio.

1. Toque de queda

Es más fácil decirlo que hacerlo, pero merece la pena intentar dormir un poco de calidad si quieres sentirte renovado y con energía al día siguiente. Los consejos clásicos pueden ayudar: no picar nada, ni tomar cafeína al menos una hora antes de acostarse, poner el teléfono en otra habitación o en modo reposo, darse un baño caliente y relajante, llevar un antifaz, bajar la persiana… Y, así, poder irte a la cama todas las noches entre las 22 y las 23 horas.

2. Mantente sobrio

Puede que un trago de tequila te encienda, pero como diurético y depresivo, el alcohol no es tu mejor amigo para aumentar la energía. Puede dejarte somnoliento, sobre todo después de una sesión diurna, e interrumpir el sueño. Científicos de la Universidad de Harvard dicen que el alcohol puede ser la causa de uno de cada 10 casos de insomnio persistente.

3. Date un respiro

A menudo nuestro cuerpo tiene ganas de apagarse y dormir para evitar algo o porque nos sentimos abrumados. Pero tener un objetivo o una lista de tareas para el día podría ayudarte a sentirte más motivado.

Diversos estudios descubrieron que hacer un plan puede disminuir la ansiedad que se siente ante los «objetivos inacabados» y una breve lista de tareas es un buen punto de partida. ¡Tachar elementos con un bolígrafo rojo nos resulta muy satisfactorio!

4. Dúchate con agua fría

Probablemente hayas oído hablar de los beneficios para la salud de una ducha fría y luego hayas sacudido la cabeza y pensado: «Yo no voy a hacer eso» antes de abrir el grifo caliente.

Sin embargo, el hecho es que una ducha fría puede ser muy beneficiosa, ya que ayuda a aumentar la inmunidad, a perder peso y a aumentar los niveles de energía, gracias a que se ha descubierto que ayuda a acelerar la tasa metabólica, entre un 8% y un 80%. Por cierto, ¡saltar al mar funciona igual de bien!

5. Compra una planta de escritorio

Si realmente no puedes alejarte de tu escritorio para descansar, asegúrate de que haya al menos una planta de interior en él.

Se ha demostrado que incluso mirar a las plantas mejora el estado de ánimo y reduce el estrés, y su sola presencia puede aumentar los niveles de atención. Una pequeña planta en una maceta podría ser suficiente para cambiar toda la energía de tu día.

6. No canceles las citas con los amigos

Sólo la idea de obligarse a salir y socializar (especialmente en una noche entre semana) puede parecer totalmente agotadora. Pero ver a los amigos realmente merece el esfuerzo. De hecho, la fuerza de tu círculo social puede ser un mejor predictor de la felicidad y la salud que los datos que controlan la forma física por sí solos.

Ya sabemos que la soledad y el aislamiento social aumentan el riesgo de muerte prematura, así que tiene sentido que charlar y ver a un compañero pueda hacer maravillas para tus niveles de energía, así como para tu salud mental. Incluso podríais salir a pasear juntos y reíros de los recuerdos compartidos. Quedar con los amigos siempre recarga al cuerpo de energía y te da la alegría necesaria para afrontar mejor la semana.

7. Chocolate

A veces, tus niveles de energía son tan bajos y tu estado de ánimo tan inestable que sólo te sirve un capricho dulce. Opta por dos cuadraditos de chocolate negro o uno que también contenga cacahuetes, para obtener un aporte energético y proteínico adicional.

El azúcar y la cafeína te pondrán rápidamente en marcha, mientras que la teobromina ayuda a aumentar el estado de alerta. Eso sí, no te pases, ya que un exceso de azúcar puede hacer que vuelvas a sufrir un colapso.

8. Huele un limón

Nuestro sentido del olfato está ligado a la memoria (el simple hecho de percibir el perfume de alguien en la calle puede remitirnos a un momento memorable de la infancia), pero los olores fuertes también pueden vigorizarnos: los victorianos tenían la costumbre de utilizar sales aromáticas para hacer volver en sí a las personas que se desmayaban.

Una bocanada de aceites esenciales puede despertarte de verdad, pero no hace falta que compres un frasco de lujo. Corta cualquier cítrico por la mitad e inhala. Un buen golpe de limón o pomelo te animará.

Como ves, puedes recuperar tu energía con acciones muy fáciles y que no implican grandes esfuerzos, sino solo cambiar un poco tu rutina en algunos casos.