Los obispos incrementarán la lucha contra los abusos en la Iglesia: «Siempre hay que estar de parte de la víctima»

El nuevo secretario general de la CEE, César García Magán.
El nuevo secretario general de la CEE, César García Magán.

El nuevo secretario general de la CEE no se etiqueta como conservador ni progresista y se adhiere al proyecto del Papa Francisco

El nuevo secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), César García Magán, ha avanzado que la Iglesia española va a «incrementar» el trabajo de prevención y acompañamiento frente a los abusos sexuales, un problema que ha «contaminado» la Iglesia, y ha abogado por «estar siempre de parte de la víctima».

«La Iglesia también se ha visto afectada, contaminada, manchada por este problema social, el viernes ya se hablará, estamos trabajando en esta (Asamblea) Plenaria sobre ese tema, hay un compromiso muy serio y sin fisuras por parte de los obispos, por una transparencia, por el tema de la acogida, hay que estar siempre, siempre, de parte de la víctima, del que ha sufrido», ha subrayado García Magán este miércoles en su primera comparecencia ante los medios de comunicación, tras aceptar el cargo como nuevo secretario general de la CEE.

García Magán ha sido elegido por mayoría absoluta en primera votación, imponiéndose así a los otros dos candidatos que habían sido propuestos este martes: el vicesecretario para Asuntos Económicos de la CEE, Fernando Giménez Barriocanal, y el obispo auxiliar de Valencia, Arturo P. Ros.

El nuevo secretario general ha calificado de «lamentable, reprobable y condenable» el problema de los abusos y ha abundado en que «un solo abuso que hubiera ocurrido ya sería reprobable y execrable para la Iglesia».

En este sentido, el también obispo auxiliar de Toledo ha explicado que en la Asamblea Plenaria que se está celebrando esta semana en Madrid, con la presencia de todos los obispos españoles, se está abordando este asunto y ha avanzado que «se va a incrementar» todo el «trabajo de prevención y de acompañamiento».

BUENOS RESULTADOS EN LA RELACIÓN CON EL GOBIERNO

Por otro lado, sobre la relación de la Iglesia católica española con el Gobierno, García Magán ha comentado que «no es algo que empieza de cero» sino que es «un proceso que está en marcha con buenos resultados».

«Ya hay acuerdos que se han estipulado, hay abiertos diálogos en otras materias, en la cuestión social, de razón económica y, como todo en la vida, puede ser intensificable y mejorable, puede haber otros aspectos en los que, sin duda, la Iglesia colaboraría», ha subrayado.

Preguntado por si se considera progresista o conservador, ha afirmado que no se «etiqueta» y que «depende». «El Evangelio, ¿qué es? ¿Conservador o progresista? Depende, porque cogemos la Doctrina Social de la Iglesia y hay propuestas que ni siquiera el partido más radical de izquierdas se atreverían a asumir», ha manifestado, refiriéndose en concreto a la dimensión del trabajo.

Al mismo tiempo, ha recordado que la Iglesia defiende la vida, la familia y se ha preguntado si eso es «conservador». También ha insistido en la preocupación social por «la acogida de los migrantes» y por «no discriminar a nadie ni por razón de edad, sexo ideologías ni de opciones». «¿Eso es progresista? Cabe dentro del Evangelio», ha defendido.




Atendiendo a su hoja de ruta, el nuevo secretario general de los obispos ha detallado que no tiene un «proyecto personal» sino que se va a «adherir al proyecto de la Iglesia universal y del Papa Francisco» y, en concreto, al plan de la Conferencia Episcopal Española que está en marcha. «Las prioridades nos las ha marcado muy bien el Papa», ha precisado.

En cuanto a si será también portavoz de la CEE –una tarea que puede asumir él o delegar en otra persona–, García Magán ha apuntado que primero tiene que «aterrizar» y hacerse su «composición de lugar» y, solo después, tomará «las medidas oportunas discerniendo lo que puede ser mejor».

García Magán ha asegurado que afronta este nuevo servicio que le han encomendado los obispos «con gratitud» hacia ellos por la confianza, con «dedicación» hacia todas las iglesias particulares y todas las realidades eclesiales y con actitud de «colaboración sincera».

Además, ha desvelado que su trabajo al servicio de la Santa Sede, como diplomático, le ha servido para mirar «con las luces largas». «La Santa Sede es una buena escuela, una escuela exigente. Me gustan las cosas bien hechas», ha zanjado.