C-LM se dota de 68 medidas para reducir a la mitad las 60.000 toneladas de comida que cada año terminan en la basura

El consejero de Desarrollo Sostenible, José Luis Escudero, inaugura el II Foro Regional contra el Desperdicio Alimentario y presenta la Estrategia contra el Desperdicio Alimentario en Castilla- La Mancha “Sin Desperdicio 2030”.
El consejero de Desarrollo Sostenible, José Luis Escudero, inaugura el II Foro Regional contra el Desperdicio Alimentario y presenta la Estrategia contra el Desperdicio Alimentario en Castilla- La Mancha “Sin Desperdicio 2030”.

El Gobierno de Castilla-La Mancha se ha dotado de la Estrategia contra el Desperdicio Alimentario en Castilla-La Mancha ‘Sin Desperdicio 2030’, que compuesta por 68 medidas, aspira a reducir a la mitad las 60.000 toneladas de alimentos que al año terminan en la basura, de aquí a 2030. Al mismo tiempo, pretende revalorizar esos alimentos, de la mano de las empresas de inserción.

Así lo ha explicado el consejero de Desarrollo Sostenible, José Luis Escudero, que ha informado en rueda de prensa de dicha estrategia aprobada en el último Consejo de Gobierno, antes de presidir el II Foro Regional contra el Desperdicio Alimentario.

El consejero, que ha alertado de que el coste de esas 60.000 toneladas de comida que acaban en la basura al año asciende a 500 millones de euros, ha puesto el foco en los hogares, donde según ha detallado se tira el 42% de esas 60.000 toneladas. De ahí la urgencia de concienciar a las personas consumidoras de la necesidad de reducir desperdicio alimentario a la mitad.

A nivel nacional, cada persona tira a la basura 31 kilos de comida al año, lo que supone un total de 250 euros, cifras que también tienen impacto en el medio ambiente, pues suponen el 8% de los gases de efecto invernadero, datos que se extrapolan a la región.

«Queremos ejecutar esta estrategia ‘Sin Desperdicio 2030’ con todos los eslabones de la cadena alimentaria. Vamos a trabajar de la mano del sector de distribución y transformación de alimentos, del de la producción, también con establecimientos de comida preparada y comedores colectivos, organizaciones o bancos de alimentos que reciben donaciones de excedentes y con aquellas entidades o asociaciones que se dedican a la recuperación y redistribuir alimentos, al igual que con el sector de la hostelería», ha explicado.




De igual modo, esta estrategia implica sumar a las empresas de inserción. «Por primera vez, a través del decreto que aprobamos en el mes de agosto no solo nos proponemos reducir el desperdicio alimentario, sino que también contemplamos la donación de alimentos, a través de su valoración en su redistribución, algo que posibilita a su vez la creación de empleo».

REVALORIZAR LOS ALIMENTOS

Y es que el Gobierno regional también trabaja para que sean las empresas de inserción laboral las que se encarguen de recoger alimentos que haya desechado el sector de la restauración y la hostelería, para darle un segundo uso. «Todo el trabajo que hay que hacer desde la recogida hasta la manipulación y el tratamiento de esos alimentos para que vuelvan a ser usados genera puestos de trabajo y las empresas de inserción con experiencia en la gestión de residuos textiles o de aceites son un nicho de empleo muy potente», ha destacado.

A preguntas de los medios, Escudero ha detallado que, según los datos del ministerio pertinente, la verdura es el alimento que más se desperdicia. «Entre las medidas de esta estrategia regional está la de realizar análisis para tener diagnóstico exhaustivo de cuál es la situación en detalle en Castilla-La Mancha».

En otro orden de cosas, el responsable regional de Desarrollo sostenible ha destacado que la buena acogida que la campaña que la Consejería puso en marcha el pasado año de la mano de la Asociación de Hostelería de Castilla-La Mancha para fomentar que los clientes se lleven a casa las sobras de comida de los restaurantes.

«Cada vez hay más sensibilidad y se hace más uso de esos envases para llevarse ese excedente que se genera en los restaurantes. A la sociedad ha dejado de darle vergüenza pedirlo».