La violencia intercomunitaria irrumpe en el conflicto sudanés con decenas de muertos en Darfur Occidental

April 17, 2023, Al Fasher, North Darfur, Sudan: Smoke and destruction the city of Al Fasher in North Darfur, following clashes between the Sudanese Army and the RSF militia.
April 17, 2023, Al Fasher, North Darfur, Sudan: Smoke and destruction the city of Al Fasher in North Darfur, following clashes between the Sudanese Army and the RSF militia.

Publicado 29 Apr 2023 13:52

Los combates entre el Ejército y las RSF detonan una nueva ola de violencia entre árabes y masalit en la ciudad de El Geneina

Médicos sin Fronteras y Naciones Unidas denuncian el completo saqueo de sus centros en la localidad


Decenas de personas han muerto durante los enfrentamientos intercomunitarios de esta semana entre tribus árabes y masalit en la capital del estado sudanés de Darfur Occidental, en una nueva ola de ajustes de cuentas aprovechando el caos desatado por los combates entre el Ejército de Sudán y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), concentrados en la capital, Jartum.

El Comité de Médicos de Sudán, que ha denunciado que la mayor parte de los hospitales de la ciudad han quedado inutilizados, así como medios locales sudaneses como Radio Dabasanga presentes en la ciudad estiman que un total aproximado de 90 personas han muerto en la ciudad durante la última semana.

Primero, por las escaramuzas entre militares y paramilitares del lunes, que se saldaron con unos 25 fallecidos. Sin embargo, el martes la violencia adquirió un cariz puramente tribal y a acumular muertos entre ambos bandos así como entre la población civil. Activistas de la zona han percibido cierta disminución de los enfrentamientos durante las últimas horas, si bien avisan de que esta pasada noche ha sido escenario de enfrentamientos esporádicos.

El conflicto entre ambas comunidades se remonta aproximadamente a la década de los 80 y siempre se ha visto retroalimentado por las crisis de violencia que han ido ocurriendo desde entonces en el país hasta llegar al estallido del conflicto entre Ejército y paramilitares. Los expertos del portal Darfur24 recuerdan en este sentido que dos de las últimas olas de enfrentamientos, en 2020 y 2021, se saldaron con más de 450 muertos, casi 530 heridos y miles de desplazados.

DEVASTACIÓN

Las organizaciones humanitarias todavía presentes en Darfur Occidental hablan de un escenario de devastación en El Geneina. Médicos sin Fronteras (MSF) relata el saqueo del hospital universitario con el que colabora y que el principal centro médico de referencia en la capital para las comunidades circundantes ha sido «directamente afectado por los enfrentamientos».

Los combates tribales, añade MSF, también han alcanzado el mercado central de la ciudad, así como centros de desplazados que están intentando cruzar a la desesperada los 20 kilómetros que separan la ciudad la frontera hacia Chad; unos 20.000 desde el estallido de los combates hasta el pasado lunes. MSF recuerda que ya ha tenido que suspender sus actividades en Darfur Sur y que las actividades en Darfur Occidental han quedado «drásticamente reducidas».


El secretario adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths, también ha confirmado en las últimas horas en su cuenta de Twitter que la de El Geneina ha sido una de las oficinas de la ONU saqueadas durante la violencia en Sudán, junto a las de Jartum y Nyala. «Esto es inaceptable y está prohibido por el derecho internacional humanitario. Los ataques a los bienes humanitarios deben cesar», ha protestado.

La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, la OCHA, también ha podido confirmar que El Geneina se estaba sumergiendo en el caos con «enfrentamientos, saqueos e incendios de casas». «Han saqueado mercados, así como locales de varias organizaciones humanitarias. La mayoría de los centros de salud no están funcionando», ha agregado OCHA.

Radio Dabasanga recoge informaciones locales que describen la situación como «catastrófica», con decenas de viviendas quemadas «hasta los cimientos» y sin suministro eléctrico ni de agua.

Líderes combatientes como el sultán de la tribu masalit Saad Bahreldin ha reconocido que las calles de la ciudad están salpicadas de cadáveres y condenado la pasividad tanto del Ejército como de las RSF por «mantenerse al margen» a pesar de que ambos bandos aseguran que cada uno está defendiendo los intereses del pueblo sudanés en su conjunto.

La oficina de prensa de las Fuerzas Armadas de Sudán (SAF) se limitó a informar el jueves en su cuenta de Twitter de que «autoridades locales están lidiando con un conflicto tribal», sin dar más detalles.

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