El Ministerio de Defensa de Reino Unido lleva constatando desde principios de mes que Rusia ha «reanudado frecuentes ataques con misiles de largo alcance» en el interior de Ucrania, así como asaltos con aviones no tripulados.

Los ataques con misiles van destinados a «degradar las defensas aéreas ucranianas» y ahora está integrando «aviones no tripulados» que sirven de «vigilancia» y apoyo a estas operaciones.

Entre estos drones destacan los modelos SuperCam, de producción rusa, que son «relativamente baratos» y están capacitados para sobrevolar los objetivos de sus misiles crucero.

El Ministerio de Defensa británico estima que «Rusia ha adoptado esta táctica para «mejorar su ciclo de identificación de objetivos» y valorar con más precisión los resultados de los combates.

Esta decisión, añade Londres, aborda uno de los principales problemas a los que se ha enfrentado el Ejército ruso desde el principio de la invasión, su «lento e ineficaz proceso de identificación de blancos de ataque».