Un caimán fue avistado en una balsa de una finca de riego en Yunclillos hace unos días, lo que llevó al propietario a alertar a la Benemérita convencido de que se trataba de un cocodrilo. Sin embargo, se confirmó que se trataba de un caimán común de 95 centímetros. Anoche, después de una operación conjunta entre la Guardia Civil y dos entidades especializadas, el caimán fue capturado. Durante la operación, uno de los rescatadores sufrió una mordedura en la mano. Este caso es inusual en la provincia de Toledo y los expertos creen que el caimán fue arrojado a la balsa hace aproximadamente un mes, pero no fue detectado por los propietarios hasta la semana pasada.

El pasado 8 de este mes, los propietarios informaron a la Guardia Civil sobre la desaparición del animal. Finalmente, el día 12, se logró capturar al ejemplar, un macho de cuatro años y un peso de tres kilogramos. Anoche, alrededor de las 10, la empresa con sede en Aldea del Fresno (Madrid) se hizo cargo del animal, que ya ha sido examinado por veterinarios y se le ha colocado un microchip identificativo.

La Fundación Zoo Koki, con sede en Santo Domingo-Caudilla, ha participado en la captura del reptil. Según el conservador Iñaki Hernández, la Guardia Civil se puso en contacto con ellos el día 8 después de confirmar que se trataba de un caimán. Los expertos de Zoo Koki se desplazaron hasta una gran balsa de 150 metros de longitud, 40 de anchura y 3 metros de profundidad.

Seis expertos de la Fundación Zoo Koki y el Safari Madrid intentaron capturar al ejemplar el día 9, pero el animal se escapó debido a que comenzó a sumergirse durante largos periodos de tiempo, según explicó el conservador. Ayer, intentaron nuevamente sin éxito. Finalmente, los especialistas decidieron esperar hasta la noche para continuar con los intentos, aprovechando el agua más fría y la mayor tranquilidad del reptil. Finalmente, lograron capturarlo, aunque uno de los rescatadores resultó mordido en la mano.

Según informes, el descubrimiento tuvo lugar en las proximidades de un camino pavimentado que conecta la ciudad de Yunclillos con Recas, a unos seis kilómetros del centro urbano. El conservador de Zoo Koki ha sugerido que el animal fue arrojado a la balsa hace aproximadamente un mes, aunque es complicado detectar a esta especie en particular. «Lo que no es correcto es soltarlo». Además, se ha criticado la actitud del individuo que abandonó al animal, el cual no contaba con un microchip identificativo.