El alcalde de Toledo, el ‘popular’ Carlos Velázquez, ha aprovechado el balance de inicio de legislatura que ha realizado este martes ante los medios para defender que su Gobierno –formado por PP y Vox– es «sólido, estable y duradero». Un mensaje que ha querido enviar, sobre todo, a los que planteaban «dudas» sobre un equipo de Gobierno formado por dos partidos distintos.

Velázquez ha comenzado su rueda de prensa asegurando que su Gobierno prometió un cambio y «el cambio se ha producido en la ciudad de Toledo». «Un cambio en las políticas, un cambio en el fondo de las actuaciones, pero también un cambio en la forma de gobernar».

Así, ha hecho hincapié en que el suyo es un Gobierno que gobierna con participación, con escucha activa y que lo hace tratando de poner, en cada una de sus acciones, a los toledanos como centro de su acción política. «Un Gobierno centrado en las soluciones y centrado en hechos concretos», ha abundado el regidor toledano.

«Nos parecía completamente necesario e imprescindible pasar página de años de promesas incumplidas, de promesas reiteradas, de actuaciones que nunca llegaban», ha proseguido el alcalde, quien ha dicho que por eso su Gobierno se ha centrado «en poner la maquinaria a punto de todo el Ayuntamiento para dar soluciones a los toledanos».

Para ello, ha apuntado, «contamos con la toda la plantilla de trabajadores municipales», a los cuales les ha mandado el agradecimiento en nombre de todo el equipo de Gobierno porque «sin ellos no sería posible» todo lo hecho hasta ahora.

Velázquez, que ha manifestado que «solamente gobernando con planificación podremos ser capaces de afrontar los importantes retos que tiene la ciudad de Toledo», ha declarado que frente a quienes utilizan «las pancartas y las banderas para dividir y para enfrentar», su Gobierno enarbola «siempre» la bandera «de la responsabilidad» y eso «lo podemos decir en cada una de las áreas de gobierno».

En su intervención, el alcalde ha dejado claro que Toledo quiere ser una ciudad «de puertas abiertas» y quiere convertirse «en una de las mejores ciudades para vivir de toda España» y recuperar la influencia que nunca debió perder como capital de Castilla-La Mancha.