Más de 200 personas se reúnen en Toledo para abordar la importancia de medidas que protejan los datos sanitarios

El Hospital Universitario de Toledo acoge este miércoles y jueves, 14 y 15 de febrero, la XXI edición del Foro de Seguridad y Protección de Datos organizado por la Sociedad Española de Informática de la Salud (SEIS), en el que 240 personas se reúnen para procurar que las agencias de protección de datos sean «sensibles» a la problemática específica del sector de la salud y que los profesionales sanitarios y los departamentos tecnológicos aborden la importancia de implantar medidas de seguridad y garantizar la protección de los datos de los ciudadanos.

Así lo ha expuesto en declaraciones a los medios el presidente de SEIS, Luciano Sánchez, que junto al consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha participado en la inauguración de esta iniciativa, que ha especificado que en esta edición se va a hablar sobre el límite de los usos de los datos, algo que considera «un reto» ante «toda la exposición que hay con la inteligencia artificial y el big data».

En esta edición participan las agencias autonómicas del País Vasco, Cataluña y Andalucía junto con la agencia española como parte de las autoridades de protección de datos, así como también el resto de comunidades autónomas, ponentes y especialistas.

Por su parte, el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha hecho hincapié en la necesidad de «trabajar sobre el origen del dato», que antes «era sencillo porque era prácticamente clínico y estaba escrito en las historias» pero ahora «no solamente es lo que ocurre en la sala clínica sino que puede estar en un reloj, en un teléfono, en un monitor a distancia reomoto o en una teleconsulta».

«Hoy el origen del dato ha variado mucho y eso hace que tengamos una exigencia de mayor protección y sobre mayores tipos de instalación», ha incidido, considerando que la responsabilidad «no es solo de los profesionales de la tecnología» sino también de los profesionales de la salud, de los gestores, incluso de los ciudadanos por velar la protección de sus propios datos».

También ha querido poner encima de la mesa el uso de los datos, especificando que hay un uso primario, el clínico, pero también otros secundarios «que son igual de importantes que el uso clínico» y que tienen que ver «con la salud y no con la enfermedad, es decir, con la promoción, con la prevención, la investigación, la innovación».