El origen y significado de los años bisiestos

Cada cuatro años, el mes de febrero tiene 29 días en lugar de 28, en lo que se conoce como año bisiesto. Esta peculiaridad tiene como objetivo corregir las diferencias entre el año trópico y el año calendario de 365 días.

Este año 2024 es bisiesto, permitiendo que las fechas astronómicas y cronológicas sigan coincidiendo. No todos los años múltiplos de cuatro son bisiestos, como en el caso de 1700, 1800 y 1900. Si un año es múltiplo de 100, debe serlo también de 400 para ser bisiesto. Se estima que alrededor de 30.000 personas en España y cinco millones en todo el mundo nacen el 29 de febrero.

La introducción del año bisiesto se remonta a Julio César en el año 46 a.C., y su colocación cada cuatro años fue establecida por Dionisio ‘El Pequeño’ en el siglo III d.C. El calendario gregoriano, introducido en 1582 por el papa Gregorio XIII, corrigió desfases temporales y estableció el 29 de febrero como día adicional. Sin el año bisiesto, el ciclo natural se vería alterado, ya que un año no equivale exactamente a 365 días. Es fundamental para mantener la sincronización con los ciclos astronómicos y naturales.