AI investiga el ataque de Israel con más de cien palestinos muertos durante una entrega de ayuda humanitaria

La ONG recuerda que Israel tiene que garantizar el acceso seguro de civiles a ayuda: «Al no hacerlo, viola las órdenes de la CIJ»

La ONG Amnistía Internacional (AI) ha informado de que está investigando el ataque que Israel ha perpetrado este jueves contra palestinos que esperaban recibir ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, que se ha saldado con más de cien muertos, en el marco de su documentación en curso de violaciones contra civiles palestinos.

«Como potencia ocupante, Israel tiene la clara obligación de satisfacer las necesidades básicas de los palestinos, incluso garantizando su acceso seguro y sin obstáculos a la ayuda. Al no hacerlo, Israel está violando el Derecho Internacional y las órdenes de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de impedir el genocidio contra los palestinos», reza un comunicado.

En este sentido, la ONG ha pedido a los aliados de Israel «poner fin a su inacción ante el desafío de Israel a la orden de la CIJ y el incumplimiento de sus obligaciones bajo el Derecho Internacional». «Debe haber acciones inmediatas y efectivas para prevenir el genocidio y proteger a los civiles en Gaza», ha concluido.

«La gente se muere de hambre. La ONU advierte sobre una hambruna inminente. Los incesantes bombardeos de Israel, junto con su endurecido y asfixiante bloqueo ilegal que lleva 16 años, son responsables de la catastrófica crisis humanitaria que estamos presenciando hoy en la ocupada Franja de Gaza», ha denunciado.

AI, además, ha tildado de «escandalosas e inhumanas» las declaraciones del ministro de Seguridad Nacional israelí, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, tras el ataque, que ha afirmado que lo ocurrido es «otra razón clara» para detener por completo el envío de ayuda, puesto que «no sólo es una locura mientras los rehenes siguen secuestrados en la Franja», sino que también «pone en peligro» a sus soldados.

Las autoridades de la Franja han informado de más de un centenar de muertos fruto de una «masacre» atribuida al Ejército israelí, que habría atacado a personas que se agolpaban junto a un convoy de camiones que llegaba con comida.

El Ejército israelí, en cambio, ha atribuido a una estampida la mayoría de las víctimas, limitando a unas diez las personas que habrían muerto tiroteadas por sus propios efectivos. También ha divulgado un vídeo que evidencia la aglomeración de personas junto a los vehículos.