C-LM responde a Morant que Page no necesita indicaciones de cómo actuar: «Dice lo que piensa y lo seguirá haciendo»

TOLEDO, 4

El Gobierno de Castilla-La Mancha ha defendido que el jefe de este Ejecutivo, Emiliano García-Page, «no necesita indicaciones de cómo actuar», porque lo hace «con coherencia, respeto y lealtad al PSOE y a la región» que representa. «Dice lo que piensa y lo seguirá haciendo», ha aseverado.

En rueda de prensa, a preguntas de los medios, la consejera portavoz, Esther Padilla, ha reaccionado de este modo después de que la secretaria general del PSPV-PSOE y ministra de Ciencia, Diana Morant, manifestara este miércoles que García-Page, va de víctima, acusándole de buscar el enfrentamiento continuo con compañeros socialistas al «hablar mal» de lo que ocurre en otras comunidades lideradas por el PSOE.

«García-Page dice lo que piensa y lo seguirá haciendo. Lo hace desde el mismo corazón del PSOE, con absoluta lealtad a sus ideas, a la comunidad autónoma que prometió defender», ha remarcado la consejera portavoz.

Así, Padilla ha señalado que cuando García-Page se siente aludido es cuando ve acuerdos que pueden afectar los intereses de Castilla-La Mancha y del PSOE, como los de la financiación catalana.

Además, ha señalado que «lejos de atacar» a Salvador Illa cuando se convirtió en presidente de la Generalitat «lo felicitó públicamente y en sus órganos internos».

De otro lado, ha reaccionado a unas declaraciones de la portavoz de la Generalitat, Sílvia Paneque, que afirmaba este martes que su hoja de ruta es la negociación entre el Govern y el Gobierno y que los parámetros están «muy bien definidos» en el acuerdo con ERC, a pesar del acuerdo en el Congreso del PSOE sobre la financiación autonómica.

«La Generalitat no puede hablar en nombre del PSOE. El acuerdo del PSOE en su ponencia es incompatible con el de Esquerra, están en su derecho pero no coincide con el ideario del PSOE en el 41 congreso», ha dejado claro la portavoz del Gobierno de la región, que además ha remarcado que la postura aprobada por los socialistas «coincide plenamente con la postura de Castilla-La Mancha, también apoyada por todas las federaciones».