Cuadros como el de Cristo abrazado a San Bernardo y otro de la Virgen del Rosario, patrona de Toledo, ya lucen en la iglesia de su municipio. Según el artista Toledo es una ciudad de la que está totalmente enamorado.

El pintor ahora quiere preparar una exposición en Toledo, que muestre el aura de los paisajes y de sus calles históricas, donde el pintor suele pasear cuando visita Toledo.

Cuenta que ha venido mucha gente de Cantabria, que es donde suele veranear. Además, cada vez que visita Cantabria suele llevar vino manchego. Como comenta Garrido, cada vez que uno sale de su tierra debe venderla. ¿Para qué vender otra cosa? Se nota desde lejos lo enamorado y orgullo que está de nuestra región.  

Recuerda con mucho cariño a una profesora que tuvo en el Instituto de San Cristóbal en Madrid, que fue quien le inculcó el amor hacia la pintura. Cuenta el pintor, que la profesora le llevaba a él y a otro compañero al Museo del Prado, para dibujar al natural. Ahí fue donde despertó su interés por la pintura.

Por eso no es de extrañar que ahora se vaya a realizar la primera exposición de Abel Garrido en Torrijos.