El prodigio del tenis español, Carlos Alcaraz, mostró una vez más su talento al superar sin titubeos a Alexander Zverev en los cuartos de final del US Open. En un partido resuelto en tres sets con marcadores de 6-3, 6-2 y 6-4, el murciano demostró por qué es considerado uno de los emergentes del deporte blanco.

A pesar de un comienzo titubeante, en el que cometió varios errores no forzados, Alcaraz supo recomponerse rápidamente. Zverev, quien mostró solidez inicialmente, no logró mantener el ritmo y se vio superado por la precisión y potencia del español. Un detalle que evidenció el dominio de «Carlitos» fue su capacidad para convertir todas las oportunidades de quiebre que tuvo a su favor, mientras que el alemán, pese a tener oportunidades claras, no pudo concretar ninguna.

Zverev, tras un exigente enfrentamiento previo con Jannik Sinner, parecía no estar al 100%, mientras que Alcaraz ofreció un despliegue de tenis que por momentos rayó la perfección. Es importante mencionar que, en sus cinco presentaciones en este torneo, solo en una ocasión, contra Daniel Evans, ha superado las tres horas de juego, evidenciando su eficiencia en la pista.

Con esta victoria, Carlos Alcaraz se perfila para enfrentar en semifinales a Daniil Medvedev. Ambos tenistas se han encontrado dos veces esta temporada, y en ambas ocasiones, la victoria fue para el español. A su favor, Alcaraz posee un envidiable registro en lo que va de año con 58 victorias y solo seis derrotas, consolidándose como uno de los tenistas con mejor desempeño de la ATP.

El objetivo del joven murciano es claro: convertirse en el primer tenista en repetir título en el US Open desde que Roger Federer logró la hazaña con cinco coronas consecutivas. Tras la victoria, Alcaraz compartió su optimismo y preparación de cara a las semifinales, «El año pasado fue duro. Jugué cinco sets desde la cuarta ronda hasta la final. Ahora me siento fuerte, física y mentalmente. Estoy listo para una gran batalla con Medvedev».

El camino para Alcaraz ha sido ascendente. A pesar de un inicio de partido con ciertas dudas, su habilidad para adaptarse y superar a un Zverev que no encontró su mejor versión fue clave. Ahora, con Nueva York como testigo, Alcaraz se prepara para continuar su romance con el US Open y buscar un puesto en la ansiada final.